Al inicio de esta semana nos
despertamos con noticias nada gratas para el sector de la construcción, ya que las acciones de las emisoras especializadas
conocidas en el argot bursátil mexicano como “vivienderas” presentaban
pérdidas.
Tal es el caso de GEO, importante
grupo constructor y desarrollador de casas-habitación de interés social, que
observó un descenso del 14.04% tras anunciar la semana pasada una
restructuración, dejando entrever algunos problemas de liquidez.
Fuente: http://finance.yahoo.com/
Grupo ARA y Grupo SARE, empresas
del mismo rubro, también observaron una disminución en los precios de sus
cotizaciones del día lunes presentando caídas de mas del 10%.
Si nos remontamos a la crisis
financiera de 2008 recordaremos que esta comenzó en el sector hipotecario, el
cual se especializa en créditos a la vivienda y mediante el uso de productos
financieros que hacían más “seguras” y atractivas las inversiones en dicho
sector, que desde principios del milenio presentaba un gran crecimiento que mas
tarde formaría la “burbuja de las hipotecas”.
En el caso mexicano, con una
economía donde la estructura institucional del sector financiero que
históricamente se ha caracterizado por prestar poco y muy caro, beneficiando
sólo al consumo básico y castigando o dejando de lado la formación de
patrimonio a las familias mexicanas. La
baja en los precios se está dando desde las constructoras y desarrolladoras de
vivienda, a diferencia de la crisis de 2008 que se originó primero en el sector
financiero y después se contagió a los sectores reales de la economía.
Esta baja en los precios no sólo
está vinculada a los vencimientos de títulos de deuda de grupos como GEO y
URBI, también está relacionada con los planes que el gobierno de Peña Nieto tiene para el
sector. Pretende romper por una parte con las trabas institucionales para
adquirir por parte de los ciudadanos una vivienda en el país, y por la otra, ejecutar
un verdadero plan de urbanización.
Esto ha mermado el interés entre
los inversionistas del sector debido a la intervención del gobierno, mediante una
acción intersectorial para la asignación de recursos en pro del desarrollo del
sector, pues no resulta del agrado para aquellos que durante años han recibido
los frutos del subdesarrollo y atraso institucional.
Puede ser que uno de los
principales miedos sea que en la política de vivienda se tiene contemplado quitar
obstáculos y barreras que actualmente impiden a las personas acceder a un
crédito hipotecario.
El mercado financiero por lo
general refleja sucesos ocurridos en la “economía real” y la economía siempre
está influenciada por la política, aún en tiempos del “libre mercado”, por lo
que al final del día la especulación de los agentes resulta ser la
reestructuración de sus objetivos para obtener las ganancias esperadas, por lo
que no se les tiene que pedir fidelidad, ni lealtad a invertir en cierto rubro,
empresa o mercado.
Esperemos las empresas que más
peligran (URBI y GEO) dada su relación deuda-capital, logren llegar a un acuerdo con sus acreedores y
puedan acceder a un crédito que les permitan mejorar sus razones de liquidez y
así no peligren sus operaciones diarias.
Cualquier reclamación no duden
acudir con el señor Sadasi.
@betortuitter
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