Y viene en serio. La pasividad que mostró el BCE, y las malas
señales que arroja en marzo la economía de EU, durante la semana precedente,
está tirando todo el mercado europeo, junto a Wall-street de paso.
Draghi dio la palmada tranquilizadora el jueves sobre el asunto de Chipre
e insistió en que el rescate de la isla mediterránea no es un modelo para las
futuras intervenciones, ni tampoco un punto de inflexión para el desempeño de
Europa. ¿Será?
Aunque el maestre de la autoridad monetaria, aseguró que habrá una mejor
evolución económica para Europa dentro del segundo trimestre del año, el
mercado se ha visto toda la semanada dominado por el rojo, la percepción de
riesgo se ha incrementado, y las expectativas se mantienen bajistas (berish).
El frío es pasmoso, y aunque el tiempo de semana santa ha llegado a su
fin, parece que los Bancos centrales del mundo siguen de vacaciones. “Si la Fed
camina en solitario, el calvario será mucho peor” parecen asegurar los
mercados.
Por un lado ha surgido de entre las sombras la incertidumbre del gobierno
de Portugal, que está en afrenta con el dictamen del Tribunal constitucional
quien el pasado viernes dictamino que el presupuesto sobre el que se basa el
gobierno de Pedro Passos es ilegal. La noticia se supo al cierre de los
mercados, para que la noticia no terminara de degollar al Dow y al S&P que
durante la jornada se desangraban en más del 1%, pero que ante la esperanza de
que haya alguien que los vuelva a salvar, terminaron por recomponer la jornada.
Mañana en la apertura, muy probablemente el sentimiento sobre Portugal termine
por volcar el mercado accionario, después de que desde hace dos semanas todos
los bonos de dicha economía están en posición de venta.
Passos, se esfuerza en cumplir con los dictámenes de la Troika, pese al
día jueves haber pasado por cuarta moción de censura en dos años.
“Hoy los jóvenes en Portugal no le tienen miedo a la guerra. Tienen miedo
del futuro” le espetó el secretario general del Partido Comunista Portugués. A
lo que el ministro contestó “si no se cumple con los compromisos adquiridos no
hay acceso a la financiación y eso llevará a un profundo dolor social”.
Por el otro lado, si bien Draghi ha minimizado lo de Chipre, el evento
del 21 de marzo, fue un calambre para la política monetaria que lleva el BCE,
evidenciando que tanto esfuerzo por parte de Draghi para que el año pasado se
consolidase el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), ha dado al traste con
que ningún país solicite los recursos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera
(FEEF), lo que ha implicado una mayor incertidumbre de cómo funciona realmente
el mecanismo.
Y dentro de toda esta conmoción, empieza a sortearse el nuevo nombre del
país que entrara a la fila de rescates. Por ahora hay un nuevo candidato, que
no es España o Portugal, ni Grecia misma, sino un solicitante que lleva la
garganta trabada desde que se inicio el año.
Se trata de la economía de Eslovenia, cuya venta de bonos simula el
movimiento drástico de Portugal pero al margen de 30 días, que, indica a toda
luz una señal de debilitamiento en su acceso al financiamiento del mercado.
De enero a la fecha, los bonos a 10 años del
gobierno de Eslovenia han tenido un incrementó severo del 27.3% y han
rebasado la parábola de tendencia desde el 26 de marzo (Gráfica 1). En
línea con esto, el Banco Italiano Intesa San paolo, declaró recientemente que
el caso puede ya ser el “Blanco idóneo para la implementación del MEDE”.
Con un poco de análisis técnico se puede apreciar que la compra de los
bonos venia en cuña (rendimiento a la baja), desde abril del año pasado, pero
que paso a una fase de espera en finales de diciembre de 2012, fecha en la cual
el mercado empezó titubeante durante casi tres meses. No ha sido coincidencia
que el triángulo de rendimiento (que puede estar precisamente en formación
actualmente), se haya gestado desde el 20 de marzo, justo cuando el gobierno de
Chipre entrababa negociaciones con la Troika para solucionar su derrumbe
(Gráfica 2). Y que a su solución viniese una apuesta por el mercado a
propagarse el fenómeno de chipriota; lo que condujo a los inversionistas a
deshacerse bruscamente de la deuda Eslava, empujando hasta estos días la tasa
de rendimiento a un intervalo de 6.12 - 6.79%, niveles no presentados
desde septiembre de 2012. Dado que la media del año (5.57%) en la tasa de los
bonos, es más grande que la media del inicio de triangulo (5.32%), y su mediana
esta todavía por encima (5.21%), con una desviación similar a la anual; un análisis
somero, puede fijar que el mercado regresara al comportamiento de diciembre de
2012, con un 5.64% en el rendimiento a 10 años, aunque el ajuste para ello
puede llevarse todo el mes. De hecho, si el ajuste se crea por encima de éste
punto, querrá decir que la altura del triangulo habrá ido en aumento, lo que
arriba a la posibilidad del estrangulamiento en Eslovenia.
A la luz de Chipre; desde la semana
pasada el comportamiento a la compra de los bonos se ha regularizado, sin
embargo; el indicador de movimiento anticipado de su tendencia (MACD), ha
rebasado la línea de señal (curva normalizada de la tendencia), al venir en
mayor incremento su promedio móvil exponencial de 12 días respecto a la media
móvil exponencial de 26. La diferencia de dichas medias (MACD), respecto a su
media móvil de 9 días, indica que la prima de los bonos se mantiene con
una perspectiva al alza, (Gráfica 3), dando de ello que el mercado seguirá
vendiendo los bonos a riesgo de incurrir en perdidas.
Más aún, el comportamiento de la tasa a 10 años apenas ha logrado
regresar a los intervalos estándar bajo los que cotiza (bandas de bollinger),
pero cualquier noticia desfavorable podría empujarlo nuevamente hacia arriba
(Gráfica 4).
De ello que el índice de fuerza relativa de las cotizaciones (diferencia
entre el máximo y el mínimo de la cotización en intervalos de 15 días), se
mantenga todavía al alza, pese a que los últimos movimientos del día han sido
relativamente pequeños y han cerrado por encima del mínimo (Gráfica 5). El
patrón de ventas por el momento se mantiene en corto sobre el físico.
La razón de todo esto ha sido el potencial contagio de la crisis de
Chipre a economías alternas de Europa. Al respecto, una de las presiones que
tiene Eslovenia es la contingencia de pasivos de corto plazo, es decir; la
deuda de gobierno, que si bien no es un riesgo de manera directa, (menor
al 50% de su PIB), si ha comenzado a levantar algunas cejas del mercado,
toda vez que las deudas Bancarias son garantizadas por éste prestamista de
última instancia. Por tanto, el mercado tiende a considerar las dificultades
del sector bancario dentro de los problemas de sostenibilidad de deuda del
gobierno, que, como resultado del problema de Chipre ha mantenido crítica la
tensión al sistema bancario Eslavo.
Alenka Bratusek, primer ministro del país, ha respondido a los
sentimientos del mercado exclamando que “Eslovenia no es Chipre”, y ha
enunciado el discurso en base a la poca necesidad que tiene su país de mirar en
dirección al FEEF. Quitando de obvio las diferencias geográficas, lo cierto es
que la tendencia de los bonos a 10 años de la economía comienza a preocupar a
los analistas, que comienzan a susurrar las “Eslovenia va a quebrar,
Eslovenia va a quebrar” , pese que para el giro hace falta todavía tiempo. Cuidado
con las “auto profecías”.
Si el sistema bancario de Eslovenia se ve perjudicado, aunque éste
todavía sea bastante pequeño respecto al promedio de toda Europa (como Chipre),
de suceder, el riesgo de contagio dejara de ser un rumor periodístico y podrá
convertirse en una epidemia.
El nuevo Gobernador del Banco central del país, dirigió un discurso al
mercado donde sostuvo que su país podría salir al trote sin necesitar
ninguna ayuda internacional. “las medidas que aplica el nuevo gobierno
garantizan que no se vaya a necesitar de la ayuda internacional” dijo, y
nosotros esperamos que en verdad sea cierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario