La situación de Chipre tiene en jaque a las ya de por si dañadas economías europeas, aún cuando su tamaño representa apenas el 0.4% del total de la Eurozona. La pequeña isla del Mediterráneo oriental sufrió un grave revés cuando se desató la crisis griega hace un par de años, debido a que su economía está basada fundamentalmente en el turismo y en un sector financiero excesivamente desarrollado.
La situación de los bancos chipriotas es acuciante, su deuda está calculada en 23,000 millones de euros o 130 % del PIB, por lo que el gobierno ha aplicado un corralito parcial a los ahorradores de la isla para obligarlos a pagar un impuesto que le permitirá hacerse de recursos para enfrentar la crisis. El impuesto implica el pago de 9.99% a las cuentas con depósitos mayores a 100,000 euros y de 6.75% a las que sean inferiores, de esta manera se espera recaudar un monto de 5,800 millones de euros. Aunado a lo anterior, se plantea tomar medidas como alzas fiscales al sector financiero y una reducción al tamaño del mismo, para poder alcanzar la media de la Eurozona y así evitar que se repita un crecimiento descontrolado.
Según cálculos oficiales, la liquidez de los bancos apenas alcanzará para solventar operaciones al martes 26 de marzo del presente– cabe mencionar que el lunes 25 es feriado nacional, por lo que no habrá operaciones bancarias-. En este contexto, el peor escenario para Chipre sería su salida forzada del euro.
Chipre se considera una víctima de los manejos internacionales de la crisis mundial; si bien el gobierno de Nicosia ya ha recibido ayuda por parte de Rusia y China, -en días pasados recibió del Kremlin la cantidad de 2,500 millones de euros-, los apoyos no solo representan un paliativo, sino que contribuyen a incrementar y volver impagable el monto de la deuda -. Actualmente, el rescate solicitado ronda los 14,000 millones de euros.
Parte de los acuerdos para solucionar el problema de Chipre se centran en cambiar su modelo económico, el cual tiene características de paraíso fiscal. El rescate no define todavía si va a ser formalizado con dinero de los contribuyentes -ya sea por medio de impuestos a los depósitos o con la utilización de los fondos para el retiro-. Por otra parte, también se analizan las posibilidades de evitar la fuga de capitales mediante restricciones a la circulación de los mismos. Mientras tanto, la troika –integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- ya analiza las medidas que se llevarán a cabo.
Este asunto de Chipre se está poniendo sumamente interesante...Ojalá le den seguimiento ;)
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