lunes, marzo 4

Alcances y límites de la reforma a los medios de comunicación, el papel de los jóvenes


Hoy en día vivimos en una sociedad tal, que la transmisión de información es de suma importancia. Ésta información tiene el potencial de transformar de manera positiva la vida de las personas, introduciendo nuevas formas de interacción, de aprendizaje, permitiendo expresar su opinión. En la mayoría de los países de la OCDE se hace énfasis en la importancia de desarrollar políticas públicas que contribuyan  directamente al crecimiento de la internet y otras tecnologías de comunicación e información, pero no sólo al crecimiento, sino también a posiciones fiscales más sostenibles y para cohesión social, incluyendo banda ancha universal, gobierno en línea, y el desarrollo de empleos y habilidades relacionadas con tecnologías de comunicación e información.[1]

Algunos países desarrollan estrategias enfocadas a mejorar la conectividad a través de conexiones sin cables. ¿En México, cuál es la situación? Tenemos una “brecha digital”, esto es, gran parte de la población no cuenta con fácil acceso a internet o el servicio que recibe es de baja calidad con respecto a otros países. Según reportes de la COFETEL, en 2012 el 32.2% de los hogares del país contaba con una computadora, y únicamente el 26% de los hogares cuenta con una conexión a internet; en contraste, el 94.9% de los hogares dispone de una televisión. La democratización de los medios se ha definido como el elemento pendiente más importante de la transición democrática de nuestro país. Entre el poder político y la sociedad existe algo llamado medios de comunicación, elemento que define y, en nuestro caso, distorsiona la vida pública del país.

El cambio hacia una realidad más democrática debe incluir la destrucción de este “filtro”, esta situación no solo disminuye libertades sino que crea poder encima del poder situándonos en un escenario perverso como en el que se encuentra país en estos días. La deuda que mantiene el gobierno con la sociedad en esta materia debe revertirse cuanto antes, el movimiento #YoSoy132 integra a jóvenes de distintas clases sociales y surgió a raíz de un viejo sentimiento de asilamiento y distorsión de la verdad. 

Lo que algunos políticos y opinólogos no entiendieron cuando #YoSoy132 se auto definió como “antipeñista”,  es que el objetivo y vida del movimiento trascendería la campaña presidencial ya que las elecciones son una pequeña parte de los derechos políticos. La bandera principal del #YoSoy132 es la democratización de los medios de comunicación, reconociendo su importancia para la vida política ya que amplia los ambientes de opinión. #YoSoy132 no esta pensando en el número de cadenas de TV abierta que debe haber o cuántos actores serán permitidos o el nivel de concentración que asegure un mercado competitivo. Lo importante para éstos jóvenes es reconducir la legislación para ampliar la oferta de contenidos no sólo del sector público sino también del social-comunitario. Ampliar a este último grupo permitirá a actores más pequeños generar contenidos más cercanos a la realidad de comunidades y grupos sociales diversos. 

Su planteamiento es un cambio en el sector cualitativamente radical, permitiendo al proceso ostentar el calificativo de reforma, abarcando desde la governanza de los organismos reguladores hasta la oportunidad de incrementar los contenidos generados por instituciones de educación pública pasando por la eliminacion de propaganda política en radio y televisión privadas. Aquellos legisladores que no tengan miedo de la censura de los grupos mediáticos dominantes tienen una oportunidad en sus manos sin precedentes para cambiar, ampliar y transformar a los actuales actores del sector, sino reescribir el guión de la vida política del país.Los medios de comunicación verticales sufrirán en los próximos años una transformación importante no sólo en México sino en el mundo entero. 

La sociedad red (junto a las nuevas tecnologías) esta cambiando la modalidad tradicional de los medios masivos de comunicación hacia la llamada “convergencia digital”. La televisión digital terrestre aparece como un elemento transitorio a lo que podríamos llamar “televisión inteligente” que, al igual que los teléfonos móviles, integra otros servicios digitales. Será un proceso inverso al que experimentamos en el presente donde los contenidos de radio y televisión han invado nuestros PC’s, tablets, teléfonos móviles. Las condiciones de los actores políticos contrarios al poder mediático son favorables ya que cuentan con una juventud, participativa, organizada, interesada y sobre todo preocupada por el futuro democrático de su país.

[1] OECD(2012), “Government priorities and policy developments”, in OECD Internet Economy Outlook 2012, OECD Publishing

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