lunes, octubre 21

¿Qué pasará con Banxico?



Durante la semana pasada se celebraron los 20 años de autonomía bancaria de Banxico. Comúnmente las personas creen que esta autonomía se debió a los excesos cometidos por los gobiernos durante el siglo pasado, utilizando al banco central como su caja chica. Es innegable que tienen una parte de razón, que anteriormente el prestamista oficial y obligatorio del Estado era Banxico, pero la autonomía bancaria significa mucho más. Significa la hegemonía de un sistema, de una teoría y de un nuevo modelo económico. El sistema hegemónico terminó por ser el capitalista, la teoría la neoclásica y el modelo el "neoliberal". En otro momento trataremos de abordar las diferencias entre el estado del bienestar, economía keynesiana y el neoliberalismo, ahora lo importante es ver dónde y cómo estamos a 20 años de la emancipación de este pequeño rebelde.

El papel de Banxico se ha centrado como lo expresa en sus funciones principales "en mantener el poder adquisitivo de la divisa mexicana", y por lo tanto luchar por su estabilidad ante escenarios escalofriantes.

Pues en estas nos encontramos, el escenario no podría ser uno más óptimo: Alta volatilidad externa, estancamiento económico mundial, falta de una recuperación de precios en los Estados Unidos y la lista continúa.

¿Qué tan preparado está Banxico a 20 años de su emancipación para enfrentar una crisis financiera como la vivida hace 4 años? Jamás podremos olvidar el catarrito que se convirtió en influenza N1 H1 pero que al final no fue mortal.

Al respecto el gobernador de Banxico ha expresado que contamos con buenos fundamentales macroeconómicos, a pesar de que lo previsión de crecimiento del PIB se ubica en 1.2 % según la Secretaría de Hacienda, y que tenemos liquidez suficiente para hacer frente a una contingencia a partir de las reservas internacionales y de un crédito otorgado en años pasados por el FMI. Si bien es cierto que se cuentan con 170,000 mdd de Reservas, estos dólares que entran a nuestro país son en su mayoría por inversión extranjera de cartera, es decir que en su mayoría son producto de operaciones bursátiles que con un sólo click pueden salir.

Si bien la función del banco central en los últimos 14 años ha sido aplaudida, ya que no hemos presenciado inflaciones superiores a un dígito, no queda muy en claro al día de hoy si los precios dependen totalmente de la oferta monetaria. Hay que recordar que la autonomía bancaria se dio en un contexto de inflaciones muy elevadas consecuencia de políticas macroeconómicas altamente intervencionistas derivadas de un Estado más activo, y que estas se enfocaban en el crecimiento económico y no tanto en la estabilidad.

Es innegable que los excesos de los bancos centrales en financiar gobiernos en las décadas pasadas llevaron a grandes desequilibrios, altas tasas de inflación y deudas impagables. Pero por el contrario el día de hoy gozando de autonomía bancaria estamos presenciando una caída generalizada en los precios y en el crecimiento de los mismos lo cual rompe con el enfoque monetarista de que un aumento de la oferta monetaria se traduciría en un aumento de precios.  Esto lo podemos comprobar si analizamos el balance de la FED y las decisiones de bajar las tasas de interes de referencia alrededor de todo el mundo y la tendencia de la inflación global.

Contexto actual

México no se queda atrás en este aspecto, el mes pasado nuestro banco central tomo la decisión de recortar la tasa de interés bancaria de referencia .25%, y sin embargo el dato inflacionario del mes de septiembre se revisó a la baja, la cifra anualizada se ubicó en 3.39 de un previo en 3.46%. Esto argumentando que sorprendentemente los productos agropecuarios tuvieron un alza menor a la esperada y lo único que levantó la inflación en septiembre fueron las colegiaturas y servicios educativos gracias al inicio del ciclo escolar.

¿Pero si los precios se encuentran estables qué ha sucedido para que Banco de México recorte las tasas?

El rumbo de nuestra política monetaria, a diferencia de periodos pasados, pareciera que ahora nuevamente vuelve a estar en función del desenvolvimiento de la economía y de cierta congruencia con la política fiscal y reformas estructurales. No olvidemos que durante el sexenio pasado Banxico se dedicó fomentar la estabilidad de precios y liquidez, lo cual fue muy bien recibido por los capitales mundiales que buscaban lugares donde sus rendimientos y divisas no fueran víctimas de la volatilidad.

Ahora en cambio, ante un entorno global adverso Banco de México ha recortado sus tasas y Carstens ha expresado su beneplácito a la Reforma Energética argumentando que se ante la llegada masiva de capitales extranjeros para invertir en nuestro país una posible baja en las tasas de interés servirá de estimulo.  Aunque trata de dejar muy en claro su posición ortodoxa refiriendo que el objetivo de la institución que él lidera es converger con el objetivo de inflación. Carstens ha dicho que una cosa es el objetivo de inflación y otra la aplicación de políticas no ortodoxas como Japón y EUA, pero acá entre nos por mas que diga que él no es de esos economistas sus acciones reflejan otra cosa.

Puede que su lado salvaje se imponga sobre su lado conservador, además de que se rumora que el gobierno en turno le está metiendo presión para que coopere, o sí no lo está haciendo por lo menos está tomando sus precauciones. Pero entre que si son peras o son manzanas el dinero barato está inundando también nuestro mercado.

De cara a una posible nueva disminución de las tasas de interés creemos que las posiciones de los banqueros centrales a nivel mundial en torno a como salir de esta crisis que parece llegó para quedarse, Banxico tendrá que analizar si se va con el mainstream monetario o regresa por el buen camino.

Creemos que entre las variables que pueden y deben influir en la toma de esta decisión se encuentran el dato del  desempleo en México que   salió en 5.29%, el de la construcción que cayó 1.9%  y las bajas expectativas de crecimiento del PIB, que día a día recortan analistas e instituciones públicas.

Lo anterior podría confirmar las expectativas sobre que Banxico baje nuevamente su tasa referencia de fondeo otros 25 pbs, de 3.75 a 3.5. Pero tenemos otros dos escenarios posibles, que no mueva las tasas o uno mas agresivo en el cual bajara las tasas de referencia 50 pbs de golpe.

Por lo pronto los mercados descartan cualquiera de estos escenarios y ya descontaron desde la semana pasada un nuevo recorte de la tasa interés objetivo de 25 pb, el señor mercado que todo lo da por hecho por eso siempre se lleva grandes sorpresas .

¿Cuál será el camino que tome Banxico? Este viernes no se pierda el desenlace de este mercado de lágrimas.

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